La neolengua del coronavirus

25 03 2020

 

Un nuevo lenguaje ha invadido las conversaciones cotidianas, los mensajes de los políticos y de las autoridades, palabras que hace apenas unas semanas no habíamos oído nunca. Distanciamiento social, teletrabajo y otras nuevas palabras que nos trajo la pandemia de coronavirus.

 Por Beatriz Beiras
(Agencia Carabobeña de Noticias)

Coronavirus
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) los CoV son una amplia familia de virus que pueden causar desde un resfriado común hasta enfermedades más graves como el MERS-CoV (Síndrome Respiratorio de Oriente Medio) o el SRAS-CoV (Síndrome Respiratorio Agudo Severo).
Los coronavirus se pueden contagiar de los animales a las personas, así el SRAS-CoV pasó de la civeta al ser humano y el MERS-CoV del dromedario.
Un nuevo coronavirus es una nueva cepa que nunca antes se había detectado en el ser humano, explica la OMS, es el caso del SARS-CoV-2 que provoca la enfermedad COVID-19, responsable de la actual pandemia que comenzó en la ciudad china de Wuhan.
Estos virus tienen como una corona alrededor del centro por eso se les da ese nombre.
Cuarentena
Cuarentena es un `aislamiento preventivo a que se somete durante un período de tiempo, por razones sanitarias, a personas o animales´. Es el período de tiempo de incubación de la enfermedad antes de que aparezcan los síntomas. Su objetivo es evitar la propagación de la enfermedad y el contagio de las personas sanas durante las epidemias. Lee el resto de esta entrada »





Los emojis se imponen en la palabra del año de la Fundéu BBVA

29 12 2019

Los emoticonos y emojis se han alzado con la distinción de palabra del año que concede desde hace siete años la Fundación del Español Urgente, promovida por la Agencia Efe y BBVA.

Tras elegir escrache en el 2013, selfi en el 2014, refugiado en el 2015, populismo en el 2016, aporofobia en el 2017 y microplástico en el 2018, el equipo de la Fundación ha optado en esta ocasión por destacar el papel de estos pequeños símbolos en la comunicación.

Los emoticonos y emojis (y sus evoluciones: bitmojis, memojis, animojis…) forman parte ya de nuestra comunicación diaria y conquistan día a día nuevos espacios más allá de las conversaciones privadas en chats y aplicaciones de mensajería en los que comenzó su uso.

Su innegable impacto en nuestra vida cotidiana, sus interesantes relaciones con el resto de los elementos que conforman la comunicación (palabras, frases, signos de puntuación…) y las perspectivas que se abren de cara al futuro han llevado a la Fundéu a ceder a los emoticonos y a los emojis la distinción de palabra del año.

Fuente:

Fundéu BBVA

<consultas@fundeu.es>





La cultura universal está de luto

18 10 2019

Ha fallecido una de las leyendas más importantes de la cultura universal y, particularmente, de la cubana. La danza la llora sin consuelo, y aunque la muerte es un acontecimiento tan natural, nadie se resigna a perder lo verdaderamente valioso. Eso fue para todos la prima ballerina assoluta Alicia Alonso. Los cubanos la despedimos con la tenacidad que nos enseñó. Sabemos que su partida es solo física porque nos dejó demasiadas enseñanzas, para mí la principal, el amor a la vida y su capacidad para defenderla. Demasiadas razones para no decirle adiós.





Diccionario de americanismos: los académicos no entienden nada de música

16 10 2019

 

Orquesta de Dámaso Pérez Prado, el rey del mambo. En 1947 ejecutó su Qué rico el mambo, que lo llevó a planos estelares.

(Tomado de ElCastellano.org)
Por el escritor y periodista puertorriqueño Josean Ramos

Mientras trabajaba un libro sobre la canción de contenido político social en Cuba, un querido amigo musicógrafo aguardaba con mucho interés el Diccionario de Americanismos de la Real Academia Española (RAE), para descifrar tantas palabras desconocidas que iba hallando al analizar cientos de canciones escritas en los siglos XIX y XX.
Para tal estudio había consultado ya las más autorizadas referencias del idioma español, desde el Diccionario provincial de voces cubanas, de Esteban Pichardo, hasta el Diccionario de uso del español, de María Moliner, incluyendo el de la RAE del 2001, edición muy deficiente en cubanismos, pues definía como de otros países algunas voces que eran eminentemente cubanas.
Tan pronto se publicó y presentó en la Isla la monumental obra lingüística en octubre del 2010, el amigo musicógrafo pagó ochenta dólares por la edición en carpeta dura y solapa, con la esperanza de que los trescientos lexicógrafos que trabajaron en el ambicioso libro hicieran un buen trabajo, al mando de una persona tan capacitada como el doctor Humberto López Morales, secretario general de la Asociación de Academias de la Lengua Española.

Al ritmo del mambo
Como un niño con juguete nuevo, el amigo musicógrafo empezó a confrontar con entusiasmo muchas voces en las 700 páginas de su libro sobre la canción en Cuba, con las definiciones del nuevo Diccionario de Americanismos, y enseguida quedó defraudado al notar que en muchos casos éste copiaba ad verbatum las definiciones de su homólogo de la RAE con los mismos errores. Empezó al azar al ritmo del mambo, que ya el Diccionario de la RAE definía escuetamente como “música y baile populares de origen cubano”, y encontró que en sus cinco acepciones se definía el término como cualquier cosa desde una borrachera o un arrebato, hasta un lío, una mentira, algo divertido, un chiste, todo menos lo que conocemos musicalmente por mambo.
El amigo se dio en confrontar otros términos musicales ampliamente conocidos, pensando que tal vez había obrado la Ley de Murphy en su primer intento fallido, pero la situación se complicó en el segundo al no hallar la palabra chachachá, ni siquiera para enmendar el error garrafal de su primo hermano el Diccionario de la RAE, que lo definía como “un baile moderno de origen cubano derivado de la rumba y el mambo”, cuando en realidad este género musical es hijo legítimo del danzón, según han documentado los máximos estudiosos de la música popular caribeña y latinoamericana. Después leyó otro disparate según el cual la timba era “una variante de la salsa” y ya no pudo leer más por temor a sufrir un infarto, según me confesó. Lee el resto de esta entrada »





Reír, para no llorar

4 09 2019

 

Foto: Tomada de Vanguardia

Por Dazra Novak 
Tomado de lajiribilla@cubarte.cult.cu

¿Qué sería del cubano sin la risa? ¿Sin ese estallido histérico en pleno drama (en plena vida) que llama la atención de todos? ¿Incluso, cuando la solución brilla por su ausencia? ¿Será un bonus por haber abierto los ojos por primera vez en esta isla? ¿Un cuponcito especial (ración doble) en nuestra libreta de abastecimiento? ¿Será un don inmoderado que nos entregan a cada uno al nacer?

Quizás sea por esto: vivimos en un país exagerado, que parece pequeño, pero en realidad es grande (por cómo se hace sentir). Uno donde comienza a llover y, con la misma, escampa. Y su gente, es decir, nosotros, que íbamos lamentándonos por el chaparrón inoportuno, comenzamos a quejarnos por el calor. El tremendo calor. El cabrón calor, caballero, que como la risa no nos deja tranquilos ni en invierno. Lee el resto de esta entrada »





SANTA CLARA: COSMOPOLITA Y HETEROGÉNEA

16 07 2019

Acaba de cumplir los 330 años de fundada mi ciudad de Santa Clara, ubicada, aquí, justo al centro de Cuba. A Santa Clara se le conoce como la Ciudad del Che, quien comandó las tropas que la liberaron, a partir de lo cual el tirano Batista decidió emprender la huida, y Cuba fue libre. Este aniversario se celebró con múltiples actividades, sobresalió la visita de nuestro presidente Díaz-Canel, quien emprendió una especie de Viaje a la semilla, porque es oriundo de esta tierra. Veamos la crónica que escribió Mercedes Rodríguez García, periodista del semanario provincial Vanguardia, inspirada en los preparativos.

 

Los santaclareños acompañaron a Díaz-Canel en su recorrido por la calle Máximo Gómez hasta el Parque Leoncio Vidal, con muestras de cariño y admiración por el líder cubano natural de Villa Clara. (Foto: Carlos Rodríguez Torres)

 

Por Mercedes Rodríguez García

No digo que hace 330 años la llevo en la sangre, porque entre quienes la fundaron el 15 de julio de1689 no venía ni uno solo de mis ancestros. Sin embargo, desde tal fecha puedo asegurarles que la amo.
Nací, crecí y vivo en ella, como mismo lo hicieron mis padres, hermanos, tíos y primos. Fueron mis mayores quienes me enseñaron a quererla, de muchas maneras, pero la mejor, caminándola, indagándola en libros y artículos de coterráneos virtuosos que vivieron antes, mucho antes que yo:
Dígase Dionisio, García-Garófalo y Florentino. O no tanto, como el honorífico García González, el de las Estampas —ya fallecido—; la estimadísima Marta, la de los Anido, y el respetabilísimo doctor Ovidio Cosme, que se mudó a La Habana pero que bien sé no se desprende de su dilecta urbe. Y otros más, maestros y profesores especialistas que se dan a la tarea de mantenerla viva, enseñándola, investigándola; o escritores y artistas que la perduran narrándola, dibujándola, cantándola, bailándola.
Ella entera, con esa fealdad interesante de matrona profana, pletórica en verano de ardores y humedades, se ajusta perfectamente a mis reclamos. Y puedo asegurar —sin gota de quimera—, que cuando salgo y me hundo en otras noches más lumínicas, aristócratas y ordenadas, la extraño como extraño cierta ropa o calzado. Lee el resto de esta entrada »





El pecado de la insularidad impuesta

27 06 2019

 

Don Quijote visto por Picasso.

Por Oni Acosta Llerena (Tomado de Granma)

Si seguimos incorporando carteles, logotipos, presentadores o bares con indicaciones en otros idiomas, quizás no sepamos en el futuro en qué ciudad estemos, si en Berlín, La Habana o Sidney, y eso, pienso, es una debilidad frente a la guerra cultural, no que se avecina, sino la que ya está aquí.

Hace pocas semanas viajé a España por motivos de trabajo. Después de más de 20 años sin ir, encontré un país distinto a aquel que conocí: mucha más tecnología, edificios altos e inteligentes, carros que se apagan cuando llevan cinco segundos detenidos en un semáforo (para no contaminar el medioambiente), aeropuertos donde solamente con el pasaje en código QR en un móvil puedes abordar…. Pero algo no había cambiado, y era precisamente la férrea defensa del idioma, nuestro idioma.

En la muy turística España todo es en español y hay muy pocos carteles en otros idiomas: han sumado la simbología para darle un lugar junto a la palabra. Es decir, si en un restaurante no se permite el ingreso de animales se colocan una secuencia de símbolos entendibles para todos los habitantes del planeta y está escrito en español. No acuden al inglés, al francés o al alemán para alertarnos. Es una manera –pienso yo– muy soberana de decir: «estás en España y hablamos español, te adaptas o…».

No se usa parking sino parqueo o estacionamiento, no se usa open ni close sino abierto o cerrado, no dicen DVD en inglés sino en español, ninguna puerta dice enter sino entrada, en los teatros no aparecen carteles de exit sino salida, no subtitulan las películas sino que las doblan al español, y miles de ejemplos más. Esa reoxigenación idiomática me contaminó rápidamente, y, si soy sincero, la disfruté enormemente. Lee el resto de esta entrada »





Visto para sentencia, no listo para sentencia

19 06 2019

Una amiga creyó ver un error en un titular cuando leyó: Visto para sentencia el juicio contra el proceso independentista catalán. Pensaba que debia decirse: Listo para sentencia… Lo cierto es que se trata de un error bastante generalizado, y que aparece incluso en los medios de comunicación,  por ello lo traigo a mi blog. La edición del 6 de junio del año actual del Fundéu BBVA dice:

La fórmula visto para sentencia (no listo para sentencia) se emplea, sobre todo en España, para indicar que un asunto ya ha sido suficientemente deliberado y está solo a falta de la resolución final.

Pese a ello, en los medios de comunicación pueden leerse con alguna frecuencia frases como «El juicio del procés quedará hoy listo para sentencia», «Los triples de los aleros rivales dejaron el partido listo para sentencia» o «Los mercados dejan listo para sentencia el futuro de la economía griega».

El Diccionario del español jurídico de la Real Academia Española y el Consejo General del Poder Judicial señala que visto para sentencia es ‘la fórmula con la que el juez o presidente del tribunal da por concluidos los debates del juicio oral dándose por terminada la vista’.

Como puede verse en los ejemplos anteriores, además de ese uso jurídico, la expresión se utiliza en muchos otros ámbitos para dar a entender que un asunto está ya pendiente tan solo de su resolución definitiva.

Aunque desde el punto de vista del significado la forma listo para sentencia podría ser válida en algunos casos, el Diccionario panhispánico de dudas la considera una deformación que conviene evitar, por lo que se recomienda utilizar la original visto para sentencia.

Así, en los ejemplos anteriores, habría sido preferible escribir «El juicio del procés quedará hoy visto para sentencia», «Los triples de los aleros rivales dejaron el partido visto para sentencia» o «Los mercados dejan visto para sentencia el futuro de la economía griega».

Se recuerda también que en otros países se emplean fórmulas como concluso para sentencia o, simplemente, para sentencia para aludir a este concepto.

Fuente: https://www.fundeu.es/recomendacion/visto-listo-para-sentencia/





Estampa

30 05 2019

 En el Día Internacional de la Infancia                                                     

Por Leslie Díaz Monserrat
El parque tiene apenas tres hamacas, una canal que ante sus ojos parece inmensa y un tíovivo improvisado, pero que funciona. De todos los artefactos rústicos prefiere la hamaca. Se impulsa y disfruta cuando el viento le enreda el cerquillo con el resto del pelo. En ese momento se siente poderosa, libre, feliz. Incluso, le gusta más cuando se arma la competencia y cada quien busca llegar más lejos, mecerse mejor.
A veces sueña con crecer. Imagina cómo sería su vida, una vida idílica, recortada de las novelas que ve junto a su mamá. Ella no lo sabe, pero hasta ese momento su mayor problema puede ser salirse de la raya mientras escribe en la libreta, o el miedo atroz a que le saquen los dientes de leche.
Solo le quedan dos por mudar. Uno lo tiene flojo, pero no lo ha dicho a nadie. Tendrá que hacerlo, porque un amigo de la escuela le explicó que si se traga ese diente se puede morir, porque se le pega en el estómago igual que el chicle. Eso le dio miedo, tanto como la inyección de penicilina que le ponen una vez al mes.
Pero ella no es cobarde. Lucha contra fantasmas en las noches, después que la casa se queda a oscuras y sabe cazar ranas.
Solo odia las sesiones de peinado. Tiene el pelo crespo y rubio. Cada día sufre cuando el cepillo intenta aplacar lo indomable de su moño y someterlo a una trenza que termina, casi siempre, con un lazo grande y multicolor.
Cuando llega de la escuela al mediodía corre a abrazar a su abuela, quien la recibe con un plato de harina con huevo. Luego, va para el patio y construye una vida de fantasía, habla con los animales y se crea su propia historia.
La hora del baño suele convertirse en una odisea. Luego se sienta ante el televisor. Los muñes son sagrados para ella. El momento que espera desde que se levanta.
También, disfruta robarles la cama a sus padres. Quedarse dormida en medio de ellos, para luego despertar.
Despertar. Resulta que un día despierta y le han pasado más de veinte años por encima de sus sueños. Entonces, regresa al viejo parque de la esquina. Se sienta en la misma hamaca de siempre. Luce tan pequeña, al igual que la canal.
Quizás en ese mismo instante descubre, con nostalgia, que no era tan buena la idea de querer crecer, como tanto añoró hace un par de décadas atrás.

Publicado en periódico Vanguardia, Villa Clara, Cuba.





«¡El cerebro no es el que piensa!»

16 05 2019

Tomado de http://elcastellano.org/

Entrevista a Miguel Benasayag realizada por Régis Meyran.

En el término “inteligencia artificial” (IA), la palabra “inteligencia” es solo una metáfora. Pues, si su capacidad calculatoria excede la del hombre, la IA no puede dar sentido a sus propios cálculos. Para el filósofo y psicoanalista argentino Miguel Benasayag, reducir la complejidad de la vida a un código informático es ilusorio, al igual que es absurda la idea de que una máquina pueda sustituir al hombre.

¿Qué distingue a la inteligencia humana de la artificial?

La inteligencia viva no es una calculadora. Es un proceso que articula la afectividad, la corporeidad, el error. Supone la presencia del deseo y de una conciencia en el ser humano de su propia historia a largo plazo. La inteligencia humana no es pensable fuera de todos los demás procesos cerebrales y corporales.

A diferencia del hombre o el animal, que piensa con la ayuda de un cerebro en un cuerpo, él mismo inscrito en un entorno, la máquina produce cálculos y predicciones sin poder darles un significado. La cuestión de saber si una máquina puede sustituir al hombre en realidad es absurda. Es el organismo vivo quien da un sentido, no el cálculo. Muchos investigadores en IA están convencidos de que la diferencia entre la inteligencia viva y la inteligencia artificial es cuantitativa, cuando en realidad es cualitativa.

Dos ordenadores del programa Google Brain habrían logrado comunicrse entre sí en un “lenguaje” que ellos mismos habrían creado y que sería indescifrable para el hombre… ¿Qué piensa?

Simplemente no tiene sentido. De hecho, cada vez que se lanza el programa, las dos máquinas repiten sistemáticamente la misma secuencia de intercambio de información. Y no es un lenguaje, no comunica nada. Es una mala metáfora, como decir que la cerradura “reconoce” la llave. Del mismo modo, algunas personas dicen que son “amigas” de un robot. Incluso existen aplicaciones para teléfonos inteligentes que se supone que permitirían “dialogar” con un robot. Tome por ejemplo el caso de la película Her (Ella), de Spike Jonze (2013): tras una serie de preguntas a un hombre que permiten cartografiar su cerebro, una máquina fabrica una voz y respuestas que desencadenan un sentimiento de enamoramiento en el protagonista. ¿Pero podemos tener una relación romántica con un robot? No, porque el amor y la amistad no se reducen a un conjunto de transmisiones neuronales en el cerebro.

El amor y la amistad existen más allá del individuo, incluso más allá de la interacción entre dos personas. Cuando hablo, participo en algo que tenemos en común: el lenguaje. Lo mismo ocurre con el amor, la amistad y el pensamiento: son procesos simbólicos en los que los humanos participan. Nadie piensa en sí. Un cerebro da su energía para participar en el pensamiento. A aquellos que creen que la máquina puede pensar, debemos responder: ¡sería sorprendente que una máquina piense, ya que ni siquiera el cerebro piensa! Lee el resto de esta entrada »