El padre tierno que fue Ernesto Che Guevara

13 06 2018

 

El Che con su esposa Aleida March, su mamá Celia de la Serna y sus hijos Hildita, Aleidita, Camilo y Celia. El más pequeño, Ernesto, aún no había nacido.

Este 14 de junio se cumplen 90 años del nacimiento del guerrillero argentino-cubano Ernesto Che Guevara, a quien el mundo venera por las muestras de altruismo que lo llevaron a ofrendar su vida por los pobres del mundo, en tierras bolivianas. Los cubanos tenemos mucho que agradecer a este gigante, pero los santaclareños mucho más. No es por gusto que esta ciudad de Santa Clara, justo en el centro de Cuba        —liberada por tropas a su mando—, guarda con celo sus restos y los de sus compañeros caídos en Bolivia en la misma gesta. Y como el domingo próximo es el Día de los Padres, he querido compartir una carta dedicada a sus hijos, que revela cuánta ternura abrigó para ellos.

«Hildita, Aleidita, Camilo, Celia y Ernesto: Si alguna vez tienen que leer esta carta, será porque yo no esté entre ustedes. Casi no se acordarán de mí y los más chiquitos no recordarán nada. Su padre ha sido un hombre que actúa como piensa y, seguro ha sido leal a sus convicciones. Crezcan como buenos revolucionarlos. Estudien mucho para poder dominar la técnica que permite dominar la naturaleza. Acuérdense que la Revolución es lo importante y que cada uno de nosotros, solo, no vale nada. Sobre todo, sean siempre capaces de sentir en lo más hondo cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo. Es la cualidad más linda de un revolucionario. Hasta siempre hijitos, espero verlos todavía. Un beso grandote y un abrazo de papá».





Antiterrorista cubano René González rinde tributo al Che

18 06 2013

Por Ricardo González del Río

cincoYa en mediodía de este lunes un cubano llegó al Complejo Monumentario Ernesto Guevara, de Santa Clara. Venía al timón, y «sin quitarse el polvo del camino» no preguntó cómo llegar hasta el Guerrillero de América.

Con parte de su familia, René González le rinde tributo al Che. (Fotos: Mamuel de Feria)

Con parte de su familia, René González le rinde tributo al Che. (Fotos: Manuel de Feria)

Tal parece que adivinaba sus sendas, el musgo de la selva, el asma en el pecho, a pesar de ser la primera vez que se encontraba en este sitio de historias compartidas. Vestía un pulóver azul con la efigie del hombre que a los ocho años tuvo la suerte de estrecharle la mano cuando aquel niño ni pensaba ser un Héroe de la República de Cuba.

Así René González Schwerert llegó a Villa Clara con parte de su familia, y tras conocer las características de este santuario solidario, de lo que significan sus fuentes, las palmas que aparecen en el entorno, los relieves sobre la tribuna… bajó hasta el Mausoleo para el reencuentro anhelado.

René con flor

Una fuerza interna debe haber sacudido cada poro del antiterrorista. Frente a los restos observó la estrella inapagable que se refleja en el nicho. Miraba en silencio, y quién sabe hasta dónde volaron sus pensamientos. Junto a su esposa Olga, las hijas Ivette e Irmita, los trabajadores del Complejo y otros funcionarios, hicieron el cambio de flores. Lee el resto de esta entrada »





El Che y su madre: La piedra

13 06 2013

El 14 de junio de 1928 nació en Rosario, Argentina, Ernesto Guevara de la Serna, el Che.  Combatiente revolucionario, escritor, periodista, estadista y médico cubano-argentino, cada anécdota acerca de su quehacer lo define como lo que fue: grande entre los grandes. Recomiendo entonces este trabajo publicado por Cubadebate el 12 de mayo de 2013. (http://www.cubadebate.cu/especiales/2013/05/12/el-che-y-su-madre-la-piedra/)

Este es un impactante relato testimonial escrito por el Che en el Congo. Ocupa en su versión original, de la que fue tomado, diez caras de su libreta de apuntes, y está escrito allí directamente, con pocas correcciones en sus páginas.

El-Che-junto-a-su-madre

El tema del relato —el anuncio de la posible muerte de Celia, su madre— ubica su escritura en algún momento posterior al 22 de mayo de 1965. Osmany Cienfuegos llevó al Che ese día “la noticia más triste de la guerra: en conversación telefónica desde Buenos Aires informaban que mi madre estaba muy enferma, con un tono que hacía presumir que ese era simplemente un anuncio preparatorio. (…) Tuve que pasar un mes en esa triste incertidumbre, esperando resultados de algo que adivinaba pero con la esperanza de que hubiera un error en la noticia, hasta que llegó la confirmación del deceso de mi madre”.

En medio de “esa triste incertidumbre” Che construye este relato de fuerte tono introspectivo, en el que conviven las reflexiones filosóficas, la ironía, el dolor y la ternura. Es probablemente el relato más crudo, intenso y conmovedor que haya escrito.

Che junto a sus padres

Che junto a sus padres

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