Honduras: Los golpistas contra la cultura

3 08 2009

De nuevo recibo correo de los compañeros de la resistencia en Honduras; esta vez digo lo mismo que la otra: ellos me honran sobremanera con su amistad. Me cuentan de sus muertos y sus heridos, que les interrumpen el fluido eléctrico, internet… en fin, sus avatares de luchadores. Pero también me dicen que ya es una realidad Radio Morazán, aunque transmite solo dos horas desde Tegucigalpa. ¡Cuánto me alegra!  Me han enviado algunos trabajos acerca de cuestiones que la opinión pública debe conocer. Hoy quiero publicar uno de estos referido a la actitud del régimen de facto respecto a la cultura. Algo similar a lo que hicieron los nazis por donde quiera que pasaron, o las tropas norteamericanas con los museos de Iraq y, especialmente, con las riquezas culturales de Babilonia. Es la esencia retrógrada de quienes se proponen desaparecer todo cuanto sirva al reforzamiento de la identidad de los pueblos y su enriquecimiento espiritual.

Este material fue escrito por Natalie Roque Sandoval, directora de la Hemeroteca y del Archivo Nacional de Honduras. Solo adelanto que fue despedida de su cargo por la dictadura que se adueñó del poder en ese país.

                                           Contra la cultura

 

 

      Por Natalie Roque Sandoval
Con la aprobación del presidente de facto Roberto Michelleti, fue impuesta la ultrarreaccionaria Myrna Castro, como Ministra de Cultura, Artes y Deportes, con el repudio mayoritario de la comunidad científica, artística e intelectual de Honduras, quienes la calificaron como inculta, superficial, banal y de alta mediocridad.

Entre las primeras medidas tomadas por la fascista designada, fue suspender la campaña de alfabetización. Le siguió la designación de militares reservistas para que tomaran por la fuerza como comando de operaciones el Centro Documental de Investigaciones Históricas de Honduras CDIHH, ubicado en el Antiguo Edificio de la Casa de Gobierno, declarado, según Acuerdo 527 del 20 de diciembre de 1994, como Patrimonio Nacional.

Esa tarde Myrna Castro llegó a las instalaciones del Centro Documental de Investigaciones, acompañada de militares, para ocupar los espacios disponibles y aplicó el estado de sitio a partir de las cuatro de la tarde a las instalaciones.

En abril del 2007 con el propósito de brindar asistencia técnica, educativa, investigativa, científica e histórica a todos los hondureños/as y estudiosos extranjeros, se creó el Centro Documental de Investigaciones Históricas de Honduras (CDIHH), el cual está integrado por el Archivo Nacional, dependiente de la Dirección General del Libro y el Documento de la Secretaría de Cultura, Artes y Deportes, la Biblioteca Especializada de Antropología y Archivo Etnohistórico del Instituto Hondureño de Antropología.

Este centro, además de sus objetivos principales, sirve como un espacio de difusión de la cultura y el patrimonio nacionales desarrollándose seminarios, simposios, presentaciones de libros, conversatorios, exposiciones temporales, eventos artísticos, entre otros, que militarmente fueron cancelados por órdenes expresas de la llamada Ministra.

El Archivo Nacional resguarda todos los documentos de la administración colonial, de la Alcaldía Mayor, títulos de tierra, fondos de la federación, actas municipales y de gobierno, informes gubernamentales desde el siglo XVII (1605).

El Archivo Etnohistórico resguarda toda la documentación referente a la gestión e investigación del patrimonio antropológico, arqueológico e histórico de la nación. La Biblioteca Especializada conserva la más grande colección especializada en antropología, arqueología e historia, fuentes fundamentales para investigadores nacionales y extranjeros.

El personal calificado de esas instituciones terminó en el año de 2008 el proceso de integración del centro y comenzaron a desarrollar una Estrategia para la preservación, administración y difusión del patrimonio documental de la nación, con el objetivo fundamental de conservar, preservar, administrar y difundir dicho patrimonio mediante la implementación de herramientas tecnológicas con más de 100,000 imágenes digitalizadas.

Esta estrategia abarcaría la Hemeroteca Nacional Ramón Rosa, la Biblioteca Nacional Juan Ramón Molina y las bibliotecas que conforman la Red Nacional de Bibliotecas Públicas, dependencias de la Dirección General del Libro y el Documento.

Todos los investigadores de la historia nacional, historiadores, escritores y artistas, repudiaron de inmediato esa medida y el edificio, además de ser declarado patrimonio cultural de la nación, es el espacio donde se encuentra la memoria histórica de Honduras.

Diferentes medios hondureños han denunciado que la Ministra de Cultura de facto se propone eliminar de esas instituciones todos los libros que resulten censurados, por considerarlos dañinos.

Todo este valioso patrimonio esta en riesgo de perderse. Los acontecimientos de Bagdad no pueden repetirse en Tegucigalpa. Es muy importante alertar a la UNESCO y a las Instituciones Culturales de Carácter Internacional para que intervengan de manera inmediata y denunciar estos actos contra la cultura y la historia de un país.


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